Sol Naciente,
Picaflor,
Los Cumbieros,
Los Ángeles de Guadalupe, Seguimos Payasos,
Camba Nambí,
Fantasía,
Pombagira,
Pan con Chicha,
Los Nuevos Payasos de Alto Verde y
Flor del Litoral.
(Aclaramos que en esta ciudad el estado y los medios no tienen muy claro que diferencias hay entre murgas y comparsas, en lo único que acordamos es que todas somos agrupaciones de carnaval.)
En los “Carnavales entre todos” se respira alma de barrio. Son corsos en los que el disfrute pasa por la comunión que se genera entre los espectadores y los murgueros, y no tanto por el ostentoso despliegue estético. Son carnavales de barrio; lo que reina es el compromiso, la tenacidad y la energía que las agrupaciones santafesinas vuelcan en esta empresa. Todo es a pulmón, y esa es la magia que se emana desde el corsódromo callejero. La alegría de la tarea cumplida; la entrega vital al goce por el esfuerzo impreso.
Todo culminó pisando la una de la mañana. En realidad, lo que acabó fue el desfile en sí de las comparsas, porque la fiesta continuó en las calles del barrio. El ritmo contagioso de la percusión de los incansables músicos y el sensual baile de las enfervorizadas pasistas dejaron de lado la pasarela y se fusionaron con el resto de los vecinos, dando rienda suelta a la diversión, desafiando los relojes y las programaciones preestablecidas. A fin de cuentas, el ocio tiene ese ingrediente rebelde, que escapa a las imposiciones restrictivas. A fin de cuentas, de eso se trata, justamente, el carnaval.
Fuente: Lt10 radio universidad santa fe
Miércoles, 18 de febrero de 2009
Yapeyú fue el escenario de la segunda noche de la fiesta carnestolenda. El corsódromo barrial se extendió a lo largo de la Av. 12 de Octubre. Desfilaron trece agrupaciones.
“Carnavales entre todos” cosechó éxitos. El viernes en Alto Verde y anoche en Yapeyú, los espectadores se multiplicaron por varios miles y las agrupaciones murgueras desplegaron música, brillo, baile y ritmo a su paso. Según los cálculos, ya son 10.000 las personas que disfrutaron de esta propuesta.
Este ciclo que rinde culto al Rey Momo es una iniciativa del Gobierno de la ciudad, a través de la Secretaría de Cultura. Sin embargo, la concreción de esta fiesta pagana no hubiese sido posible sin el trabajo y el esfuerzo mancomunado realizado con los actores culturales que históricamente desarrollaban los carnavales en cada barrio.
La intención oficial es aunar esfuerzos para que esta expresión popular, tan arraigada en la idiosincrasia santafesina, encuentre contención, crezca y se afiance año a año.
Avenida de fiesta
El escenario del carnaval en el Barrio Yapeyú fue la Av. 12 de Octubre. Los trescientos metros de pasarela se convirtieron en una fiesta popular pasadas las 21. Fue entonces cuando las agrupaciones comenzaron a desfilar y con su magia de juerga contagiaron a los varios miles de espectadores que se dieron cita en el corsódromo barrial. De esta manera, las agrupaciones protagonistas de la noche fueron: Los Saltarines y Caritas Sucias, Los Herederos del Sol, Los Principitos, Mari Vera, Sol de Noche, Manzanas Negras, Sentimiento Santafesino, Flor de Ceibo, Los Marginados, I’Manshá, Los Dioses Santafesinos, Flor de Irupé, Los Príncipes del Momo. Trece grupos que, ni más ni menos, se traducen en un total de 630 personas que hicieron de pasistas, músicos, saltimbanquis y animadores.